domingo, 10 de marzo de 2013

SEXUALIDAD RESPONSABLE


La sexualidad responsable.



Posponer la iniciación sexual y expresar la sexualidad en forma responsable es una alternativa respetable para aquellos que no comparten la creencia en la castidad como virtud central o se sienten al margen de estas enseñanzas. Es bien conocido que, en la actualidad, un considerable número de adolescentes inician sus relaciones sexuales en la etapa de enamoramiento, en los noviazgos que se dan hacia el final de la adolescencia. Sin duda que en ello influye el que la sociedad sea más permisiva, los medios de comunicación alienten de varias maneras la expresión sexual y las familias no tengan la rigidez de lazos de hace unos años.


Para entender esta situación actual hay que tener en cuenta los siguientes cambios sociológicos acontecidos en el mundo occidental. Hace un siglo la edad promedio de la menarquia (inicio de la menstruación) era alrededor de los 17 años; en la actualidad se halla en torno a los 12 años y medio, mientras que la edad promedio de casamiento se ha retrasado en unos diez años aproximadamente. Así, mientras a principios de siglo la maduración biológica y la edad de matrimoniar coincidían, hacia finales de este siglo vemos que hay una docena de años separando los primeros impulsos románticos y eróticos de la posibilidad real de ganarse el sustento y de concretarlo formando un hogar. En esta situación paradójica en que se encuentran muchos jóvenes existen, obviamente, diversas alternativas. La castidad por un período de 10 a 15 años, durante la etapa de mayor intensidad de las pulsiones sexuales de la juventud, es una conducta perfectamente posible; sin embargo, no es algo que se pueda imponer, especialmente a los adolescentes tardíos o adultos jóvenes. Ellos decidirán cómo actuar, según sus convicciones personales, morales o religiosas. Aquellos que elijan expresar sus sentimientos eróticos, también necesitarán de guía y comprensión. Y nadie tiene que marginarlos.


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viernes, 4 de enero de 2013

sexualidad humana


CONCEPTO DE SEXUALIDAD

La sexualidad humana representa el conjunto de comportamientos que conciernen la satisfacción de la necesidad y el deseo sexual. Al igual que los otros primate, los seres humanos utilizan la excitación sexual con fines reproductivos y para el mantenimiento de vínculos sociales, pero le agregan el goce y el placer propio y el del otro. El sexo también desarrolla facetas profundas de la afectividad y la conciencia de la personalidad. En relación a esto, muchas culturas dan un sentido religioso o espiritual al acto sexual, así como ven en ello un método para mejorar (o perder) la salud.
La complejidad de los comportamientos sexuales de los humanos es producto de su cultura, su inteligencia y de sus complejas sociedades, y no están gobernados enteramente por los instintos, como ocurre en casi todos los animales. Sin embargo, el motor base del comportamiento sexual humano siguen siendo los instintos, aunque su forma y expresión dependen de la cultura y de elecciones personales; esto da lugar a una gama muy compleja de comportamientos sexuales. En la especie humana, la mujer lleva culturalmente el peso de la preservación de la especie.